Si existe un tema que siempre me ha causado curiosidad, es la manera en que la rabia afecta nuestro entorno laboral, a tal punto de perder el control de nuestras acciones.
Mostrar emociones en el lugar donde laboramos, es algo que, tradicionalmente, ha sido visto de forma negativa. Me doy cuenta que la mayoría de los empleados y/o colaboradores no tienen un buen control de las emociones negativas que invaden sus vidas y tienen la errónea creencia que, el lugar donde trabajan es el espacio propicio para sacarlas a relucir.
Por lo general, quieres golpear el escritorio con los puños, destruir el computador o tirarle algo a la cabeza de tu jefe. Pero mientras vas pensando esto, eres consciente que la violencia en la oficina no es la respuesta, y que es prudente controlar tus emociones en el trabajo.
Absolutamente todos, hemos tenido momentos así en el trabajo. Un cliente difícil convierte una atención en una experiencia de amargura o tu jefe te regaña por algo que no está bajo tu control o responsabilidad. Sientes que tu presión sanguínea sube y tu respiración se acelera. ¿cierto que sí?
La rabia también puede interferir con tu productividad porque se disminuye tu capacidad de concentración en tus tareas. Por lo tanto, sentir esta emoción en el trabajo, o cualquier emoción negativa, es algo que debería evitarse siempre ¿verdad? Pero tú y yo sabemos que eso no es tan fácil.
A continuación, te explico en 5 pasos y con más detenimiento como manejar la rabia en el trabajo.
SENTIR RABIA EN EL TRABAJO ES ALGO NORMAL
Algunos estudios han demostrado que las emociones en el trabajo pueden ser realmente beneficiosas tanto para la persona como para la empresa. El punto clave está en expresar la rabia de una manera sana y productiva.
De hecho, la rabia puede ser canalizada de manera que no se dirija a una persona sino a ciertos factores o comportamientos dentro de la organización. Esto puede ayudar a expresar la insatisfacción y a abordar directamente los problemas y sus causas.
Por ejemplo, sentirse enfadado por un trabajo que te obliga a hacer horas extras puede darte el impulso para sentarte con tu supervisor y encontrar soluciones para que las tareas se hagan en el tiempo programado.
En lugar de atacar a tu jefe o líder, ese enojo es utilizado para dirigir y cambiar un comportamiento o proceso que no está funcionando bien.
La clave no es evitar o negar la emoción de la rabia, sino abordarlos de una manera que sea beneficiosa y productiva. Es importante entender que la rabia no es una emoción que lleve siempre a resultados negativos.
Si reprimes la rabia por mucho tiempo te puede suceder el efecto olla a presión, en donde, si no sacas el aire comprimido, ésta termina estallando. Lo mismo sucede con esta emoción, puedes explotar en el lugar y momento menos indicado haciéndote daño y a todo lo que está a tu alrededor.
HAZTE CARGO DE TU RABIA CON RESPONSABILIDAD
Para controlar la rabia de forma efectiva, debes reconocer que estas sintiendo esa emoción. Es imperativo ser consciente de todo aquello que te hace llegar a ese punto (detonantes) y entender cuáles son tus reacciones más comunes ante tales detonantes.
Pensar en las cosas que desencadenan tus descontroles de rabia en el trabajo te ayudará a manejar los problemas profundos de manera eficaz y evitar una reacción inapropiada o poco profesional.
Yo aprendí que algo que me ayuda, es anotar los pensamientos que me llegan a la mente cuando tengo rabia para después revisarlos cuando ésta haya bajado.
Este ejercicio te dará una idea de la causa de tu rabia, y te ayudará a abordar el pensamiento problemático. Recuerda que sigues siendo totalmente responsable de tus acciones cuando te irritas.
“Expresar tu ira en el trabajo puede llevar a consecuencias indeseables como conflictos con colegas, clientes y líderes. También puede reducir tus oportunidades de adaptarte al entorno de trabajo”
DEDICALE TIEMPO A LA CALMA
Si ya te diste cuenta que tienes rabia por algo, es necesario que huyas. Si, así como lo lees, aléjate inmediatamente de esa situación que te lo está generando.
Es pertinente que entiendas en ese momento que requieres un tiempo para ti, estar a solas cuando tenemos rabia ayuda a reestablecernos. Si es con unas varias personas que cogiste rabia, muy amablemente manifiesta que te retiras porque esa situación te está afectando y no quieres sentirte así. De esa manera evitas una discusión mayor y no dejas de ser cortés.
Particularmente uso la Oración, la meditación y el ejercicio, (específicamente el Running), para calmarme y canalizar esa rabia que me acontece y de esa manera descargarlo inmediatamente porque entre más lo carguemos peor será. Tu puedes utilizar el mecanismo que a tu manera te ayude a calmarte efectivamente. Piensa esto ¿Qué me genera calma? Las respuestas serán las acciones que debas tomar para contrarrestar esa rabia.
TRATA DE SER ASERTIVO Y EMPATICO
Por lo general la rabia puede hacer que nos sintamos impotentes ante las situaciones que nos acontecen, una reacción común es tratar de buscar culpables y les tiramos en cara su responsabilidad en el problema. No obstante, la mejor forma de lidiar con la rabia en el lugar de trabajo es presentar tu propio punto de vista de la situación.
El egocentrismo sale a relucir cuando tenemos rabia, también eso es muy común que suceda, nos ensimismamos solamente en la información que justifica nuestra rabia. Aquí también es buena idea alejarse para llegar a una solución del problema.
Luego de expresar tus emociones a tus interlocutores, es bueno y muy sano que dialoguen sobre los detonantes de la rabia, puedes trabajar con la otra persona en comprender su propio punto de vista. Puede que descubras que la otra persona ni siquiera era consciente que su comportamiento o sus palabras te generaban impotencia y frustración.
“Al dar un paso atrás y dejar espacio para el punto de vista de la otra persona, estás abriendo la puerta para que se produzca una comunicación abierta y constructiva”
UTILIZA EL HUMOR A TU FAVOR
Encontrar un toque de humor en situaciones que produce rabia puede reducir su intensidad y ayudar a obtener una perspectiva más equilibrada. Además, los estudios han demostrado que no tomarse demasiado en serio a uno mismo ayuda a sentirse mejor, menos enfadado y menos estresado.
Aunque expresar tu rabia pueda ser beneficioso, es importante hacerlo de manera apropiada y profesional. Esto contribuirá a garantizar que el lugar de trabajo siga siendo un lugar seguro y cómodo para ti y para todos los demás.
Ya tienes una herramienta poderosa para que la rabia no vuelva ser la protagonista en tu Vida y en tu trabajo, sino, tu felicidad.
Siempre en mi Corazón.
Tu cercano servidor,
GINO CORCIONE CORTES
EMBAJADOR DE SUEÑOS