Cuando me enteré del diagnóstico de la condición que padece mi hijo, llegó a mi vida la horrible noche. Un sin número de preguntas invadían mi mente sin explicación alguna, lo cual me llevo a un estado emocional muy negativo. Lo que no sabía era que luego de un tiempo, esa situación me enseñó que podía motivar desde el Amor. Algo que se conoce como el Efecto Pigmalión y que quiero explicarte a continuación para que también lo apliques a tu vida.
GÉNESIS
El efecto Pigmalión tiene su origen en una leyenda de la mitología griega, que tiene como protagonista a una persona llamada Pigmalión, quien, al realizar una de sus esculturas, llamada Galatea, se enamora perdidamente de esta.
El amor que tenía Pigmalión hacia su obra era tal, que la diosa Afrodita se conmovió por su deseo, y le confirió vida a la escultura. Galatea es transformada en un ser humano de carne y hueso que se casa con Pigmalión, y luego la pareja tiene un hijo al que llaman Pafo.
PERO ¿QUÉ ES EL EFECTO PIGMALIÓN?
Es un término que se usa en el ámbito psicológico para hablar sobre las creencias y expectativas que tiene una persona a la hora de influir en el comportamiento y resultados de otra, sea de forma positiva generando un rendimiento alto, o negativa perjudicando de esta forma a la persona.
¿EN QUÉ CONSISTE?
Es una herramienta para el cumplimiento de metas. Es un hecho que todas las personas tienen cierto potencial en un área de sus vidas, que se desarrolla en función de la motivación que estas reciban por parte de otros o de ellos mismos. El primer caso es bastante frecuente de ver en quienes son inspirados por parte de mentores.
Generalmente quienes ejercen esta función tienen expectativas sobre las personas a las que condicionan, por lo que ejercen cierta influencia que se conoce como efecto Pigmalión. El mentor en cuestión trabaja en base a una profecía autocumplida para que se haga realidad en otro, es decir, cree tanto en que lo va a lograr que se termina cumpliendo a través del afloro de habilidades escondidas.
¿CÓMO LO DESARROLLO?
Cuando alguien nos motiva y piensa que somos capaces de lograr ciertas metas, nos ayuda a generar creencias potenciadoras o, dicho de otra forma, creencias optimistas que nos permitan alcanzar nuestros objetivos e incrementen nuestro rendimiento.
Contrario a lo anterior, si una persona no ve aptitudes en nosotros o no confía en nuestras habilidades para lograr eso que aspiramos, afectará de forma negativa nuestra autoestima y capacidad para alcanzar lo que deseamos.
Este condicionamiento negativo genera ciertas creencias que producen en nosotros un carácter de limitación. El efecto Pigmalión, siempre que se encuentre bien enfocado, contribuye en mejorar la productividad de cualquier persona.
Por ejemplo, si tu hijo (a) recibe la aceptación y reconocimiento constante de parte tuya como Padre o Madre, su motivación y autoestima van a subir, lo que incide en que la calidad del desempeño de sus funciones y actividades aumente igualmente.
Por el contrario, si a tu hijo(a) se le critica de manera constante la forma en que realiza sus funciones, se evidenciará una disminución de sus potenciales.
REFLEXIÓN FINAL
Seas quien seas, es importante la manera de en qué te diriges a los demás; la empatía y el empoderamiento que proporcionas a otros, por supuesto que influye en sus vidas. Es pertinente que sepas transmitir tu mensaje claramente y para ello, debes recordar los puntos fuertes, cualidades y habilidades de quienes te ven como un referente de ejemplo de Vida.
Cuando descubrí este efecto, no dudé en aplicarlo a mi Vida, a mi hijo, a mi familia, pero en especial a todos ustedes, porque decidí volverme embajador de sueños.
Siempre en mi corazón.
Tu Cercano Servidor,
GINO CORCIONE CORTES